Era de noche, alrededor de 4 o 5 de la mañana, yo me encontraba a mitad de un sueño extraño cuando de repente un ruido agudo y persistente empezó a hacer eco a través del velo de los sueños. Lentamente fui extraído del onírico mundo, hasta la oscuridad de mi habitación. Aun era de noche, pues obviamente todo estaba oscuro y había señales de aclaración a través de la ventana. Sin embargo, el insistente pitido sonaba seguido un ruido mecánico. Poco a poco recuperaba la conciencia, cuando dirijo la vista hacia el mueble donde guardo mis libros. Una pequeña luz roja parpadeaba, como tratando de transmitirme algún mensaje codificado. Me puse en pie y me dirigí a encender la luz. Era mi cámara digital, misteriosamente, estaba comportándose de forma extraña, dado que se estaba encendiendo y apagándose sola. Recuerdo haber preguntado antes a una amiga referente a esto, indicándome que era algo común en estas cámaras, con el tiempo algunos componentes fallaban y tenían esta clase de efectos.
Recuerdo haberle sacado las baterías, pues para el ruidito que causaba, le había ganado a mi despertador, el cual en los últimos días había sido vencido rotundamente por mi pesado sueño. Dado, que ya me encontraba despierto, decidí encender la computadora y me puse a revisar unas cosas en línea. El frío era terrible, demasiado para estas horas. Tuve que ponerme una de las colchas encima para no congelarme. Pasaron unos minutos cuando de repente, nuevamente el empezó el pitido. Tres veces. Al escuchar esto me quede en una sola pieza. Gire lentamente la cabeza en dirección donde se encontraba el aparato. Cuando mi vista dio directamente donde se encontraba, la cámara disparo una foto. El flash me encegueció por unos segundos. Curiosamente más de lo normal, ya que me pareció que el destello fue mas brillante de lo normal. Cuando me acerque a la cámara, se apagó. Tratando de razonar lo sucedido, tome el aparato y abrí el compartimiento de las baterías. Estaban puestas. Nunca les ha ocurrido, que cuando se encuentran entre la lucidez y el ensueño, hay momentos que su memoria omite, ¿no?, bueno, a mi si de vez en cuando. El alivio en mi fue tal, al recordar que le saque las baterías y se las volví a colocar, que me deje caer en mi cama, pues me sentí libre de un gran peso…
A escasos segundos reaccione y me di cuenta que no estaba en mi dormitorio sino un lugar diferente. Me explicaron que me encontraba en el hospital, me habían internado de emergencia. Según lo que me comentaba mi madre, esa noche, se despertó por unos ruidos extraños, cuando entro en mi habitación, me encontró convulsionando en mi cama. Solo atino a llamar a mi hermano para que me llevaran de emergencia. Pase tres días inconscientes. Según los médicos, indicaron que había sufrido alguna especie de shock, pero que no le encontraban mayor explicación, salvo que haya sido alguna emoción fuerte la causante. Mis evaluaciones resultaron sin problemas. A decir verdad, no recuerdo mucho de lo sucedido esa noche. Incluso podría jurar que durante esos tres días, los viví como si hubiese estado “viviendo” normal, dado que misteriosamente, recuerdo haber hecho cosas durante esos días de inconciencia.
Los médicos me dieron de alta, me recetaron una medicación para prevenir algún episodio posterior (calmantes). Llegamos a casa. Mi cuarto había quedado tal cual, dado que mi madre se quedo conmigo esos días en el hospital. Empecé a ordenar el pequeño desorden que al parecer había causado, consecuencia de mi “episodio”. Mientras jalo la sabana, escucho un golpe seco, y nuevamente el pitido…
…mi cámara. Un escalofrió recorrió toda mi espina hasta impactar con la base de la nuca. Digo impactar por que sentí claramente como si recibiera un golpe en esa zona. Lance la sabana a un costado y empecé a buscar la cámara. Había caído sobre una caja al costado de mi cama. Recordaba que estaba con baterías y la encendí para revisarla, pero no encendía.
Nuestro cerebro, misteriosamente, activa una serie de mecanismos de defensa que bloquean ciertos recuerdos de momentos en nuestra vida, para prevenir cualquier daño mayor en nuestro organismo.
En ese instante, recordé, que sí, efectivamente esa noche le había dejado las pilas puestas en la cámara, pero las había puesto al revés para que no se encendiera.
A la vez, me vino a la memoria el recuerdo, de aquella vez que conversaba con un amigo y me preguntaba: ¿Como se me ocurrían las cosas extrañas que escribo?. Simplemente respondí, se me ocurren y las plasmo en texto, de la mejor manera que puedo.
A continuación me atacó el recuerdo de lo sucedido, pues al momento de caer esa noche en mi cama, una fuerza extraña me retuvo, paralizándome completamente. No podía moverme no podía gritar, no podía hacer absolutamente nada, solo recuerdo aquella sombra que empezó a circular en mi habitación y perdí el conocimiento.
Dirigí mi vista a la derecha, en dirección de la esquina inferior izquierda de mi cama. Esa esquina del colchón esta hundido desde hace mucho tiempo, extrañamente no se por que. Esa esquina da coincidentemente con la silla en la cual me siento para escribir en mi computadora, solo a escasos centímetros.
Instintivamente coloque las baterías de forma correcta en la cámara y la encendí. Cual fue mi sorpresa al ver, que aquella noche, la foto que se disparó, había resultado en una ráfaga de fotos, motivo por el cual me pareció tan largo el destello. En ella, se me ve a mí, sentado frente al computador, mirando directamente a la cámara, con cara de bobo y asombro…
…a mi lado, en aquella esquina hundida de mi cama, que da al costado de mi silla, aquella silla donde me siento frente al computador a escribir las cosas extrañas que leen, una figura mediana completamente oscura de pie, inclinada hacia mi oído derecho, como si me estuviera murmurando cosas…
Lo último que recuerdo de ese instante al ver la foto, segundos antes de aparecer nuevamente en el hospital, es que esa esquina de la cama, volvía lentamente a su forma original…
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1 comentario:
Y por eso no tengo la compu en mi cuarto!!!
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