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domingo, 6 de septiembre de 2009

SENTENCIAS DE MUERTE (Cuento)

“Demasiadas vidas se han perdido a causa de una mente enferma. La cual, hasta hoy nos mantenía viviendo en el terror. Hoy, todo esto ha llegado a su fin. Veremos terminados nuestros temores, nosotros y nuestras familias podrán vivir tranquilamente. Hoy, hemos recuperado el control, nuestra sociedad, nuestra ciudad podrá nuevamente tener una vida normal, y alejarse de los tiempos oscuros a los que se vio expuesta durante estos terribles 7 años”


El alcalde mira al guardia en señal de aprobación. La emoción en su rostro no se hace disimular, ha esperado este momento desde hace mucho, mucho tiempo. Coloca un dedo en el botón rojo que daría inicio al final para esta maldita bestia. Segundos, los cuales saborea lentamente, como si acariciase un preciado tesoro, degustando el momento lo más posible. El tiempo pareciese hacerse cada vez más lento. Gira en dirección hacia los demás testigos que se encuentran presente ese día para dar conformidad y aprobación ante la sociedad el deber que ahora han puesto en sus manos, darle fin al terror. Entre ellos, familiares, padres, hijos, abuelos de que aquellas victimas que fueron esparcidas a lo largo de esta ciudad que jamás antes contemplase semejante horror. Entre ellos, logra divisar un rostro en particular, el cual odió más ahora que nunca antes. Pero ahora, ya esta en paz y satisfecho. Gira en dirección al alcalde, sin retirar el dedo del botón, en señal de conformidad de su orden, simple protocolo.

El alcalde asiente con la cabeza y el presiona el añorado botón, conteniendo el su pecho la emoción de soltar un estruendoso grito por todas las voces que fueron calladas antes de su tiempo…y lo presiona.

***

La gente presente parece estar más que satisfecha, toda la tensión que existía en el ambiente culmina cuando el guardia presiona el botón y los químicos empiezan a descender por los tubos.

Si por ellos fuera, me hubiesen puesto una soga en el cuello y me hubieran lanzado de la torre más alta de esta tranquila ciudad. Si por ellos fuera, me hubiesen cortado la cabeza sin mayor reparo y lanzado a un mar de ácido para que no quedase recuerdo de mi existencia. Sin embargo, eso los hubiera convertido en mi, y es lo que más temen ellos. Lo que mas desprecian. No tuvieron las agallas para hacerlo antes, no las tienen ahora.

Sin embargo, al final veo que todo termina. El final es inevitable. Las sustancias empiezan a fluir a través de los tubos, ingresando al organismo. Mi corazón se acelera, no me puedo mover, la garganta se me empieza a secar y una escozor empieza a sentirse en el mismo lugar donde las agujas estas clavadas. La adrenalina se libera y todo mi ser solo puede esperar el final. Miro a los costados, mientras los demás permanecen con una excitada expresión en el rostro ante la situación, algunos con expresiones de odio, otros con expresiones de alivio, incluso alguno que otro con la mira de justicia exaltada. Trago la poca saliva que puedo formar, el final es próximo, los últimos segundos se hacen eternos, mi frente empieza a perlarse del sudor frío, los parpados empiezan a hacerse pesados, lentamente, un parpadeo tras otro, la cabeza empieza perder fuerza, aterrizando sobre la superficie acolchada. Mis labios se separan ligeramente tratando de expresar las ultimas palabras, pero ni un sonido se hace manifiesto…el final ha llegado ya…cierro mis ojos dando paso a la inconmensurable oscuridad…te doy la bienvenida oscura señora en señal de respeto….y exhalo...

***

…y exhalo…

El espectáculo ha concluido. Mientras el ministro eleva una plegaria por el alma del difunto, el doctor da la conformidad de la muerte del criminal. Mira a todos en señal de aprobación. El guardia encargado de apretar el botón se ve más satisfecho que de costumbre, “la justicia ha sido servida”, se escucha que dice, mientras que el alcalde le da unas palmadas en el hombro.

…abro mis ojos…e inhalo profundamente inflando mis pulmones lo más posible…

No es para menos, su hija fue la victima numero 25 y la emoción de ser él, quien se asegurase de ponerle fin al reinado de terror impuesto por esta bestia, el peor de los asesinos seriales que ha existido en esta ciudad, es realmente digno de tomarles una foto para el recuerdo.

…las miradas de los testigos se dirigen hacia mí, en señal de desprecio…

El alivio y satisfacción de todos.

…mi teléfono suena, haciéndome volver a la realidad…

…es él, me dice que todo salio muy bien, de acuerdo a lo planeado…ahora puedo liberar a los familiares del pobre diablo que habían matado…me da la dirección para llegar donde ellos…algo en su tono de voz me hace pensar que están todos muertos…

Ha sido un camino largo hasta ahora, seguir el proceso legal, hacer de abogado del demonio al que todos temían. Lo que no saben es que todo fue planeado…solo para darle tiempo para preparar una masacre mayor…no se exactamente que habrá planeado su mente enferma, pero ahora no puedo hacer nada, tiene a mi familia.

…le pido hablar con alguno de ellos para continuar…

…el accede…pone a mi hijo mayor en línea…me dice que esta bien…

…de repente…un terrible estruendo…un disparo…Dios! Que ha hecho!?

…”nEceSItas máS mOtivACión PaRa cONtinUar”…me dice entre rizas…MALDITO BASTARDO!!!...

…”tE QuEDAn tRes hiJOs y UnA eSPOsa, aHoRa podemos conTInuAr???” …

…las lágrimas empiezan a caer por mi rostro, la gente que esta a mí alrededor se da cuenta de ello, y me miran asqueados…

Monstruo!!! Como puede tener sangre en la cara. Se da cuenta realmente de lo que ha intentado hacer!? Que diría su familia!?

…Auxilio! Dirían Auxilio… sálvennos…

…no somos los monstruos sin corazón que algunas personas piensan, no siempre lo somos…al menos, no ahora…sálvennos…

***


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