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martes, 30 de junio de 2009

UNA HISTORIA PARA ANTES DE DORMIR (Cuento)

Vuelvo a despertar como todas las noches, con esa ansiedad que presiona en mi pecho, como anunciándome lo inminente e inexorable del destino que esta por cernirse sobre mi, pese a que jamás en mi vida, al menos en los 7 años que tengo recién cumplidos, me hayan hecho pasar por tanta tensión como en estas ultimas noches.

El silencio cómplice de mis miedos, se amalgama con la tenebrosa danza que realizan las sombras que nacen en mi habitación, conjugándose en un solo lugar, el punto crucial y único de mi terror, el armario.

Siempre he pensado que tras esa puerta, entre su accidentada geografía formada de cajas, juguetes, zapatos, ropa y mil y un cosas que mi madre usa para poder darle un orden, al caer la noche cambiase tan drásticamente, como si se aperturáse una puerta a la oscuridad infinita de lo desconocido, el portal que hace que mis temores y miedos mas innatos y ocultos se transfiguraran dándole la forma tangible a algo que mi madre simplemente se limita a llamar "imaginación hiperactiva".

Me cubro con mi cubrecama, me acurruco y protejo, buscando ponerme a buen recaudo y huir de aquello que amenazante acecha tras ese tenebroso portal. Mi madre siempre comprensiva se acerca todas las noches a mi cama para ver si por fin pude conciliar el sueño. Como es de inexplicable, ese instinto maternal de saber que sus crías no están pasando un buen momento o se encuentran en peligro. Se sienta siempre en la cabecera de mi cama y empieza a acariciar mi cabeza lentamente, hasta que todos mis miedos se alejan y se pone fin a este terror nocturno. Madre es Dios ante los ojos de sus hijos.

Este episodio se repetía constantemente sobre todo en las noches, a vísperas de mi séptimo cumpleaños. Siempre dedicada mi madre me acostaba todas las noches y me animaba por la cercanía de la fecha y todas las visitas y regalos que recibiría. Bueno, debo admitir que eso me animaba bastante y me hacia sentir mejor y dispuesto a enfrentar lo que se avecinase. Si claro, lo que sea por mis juguetes.

El día de mi cumpleaños lo pase de maravilla, me visitaron todos mis amigos y familiares, dulces, globos, piñatas y payasos, todo lo que un niño ya estaba por perder al dar paso a la mayoría de edad. Todo fue maravilloso, no esperaba mas ese día, nada podía salir mal, todo era perfecto….hasta que llego la hora de acostarme.

A pesar de los excelentes ánimos de ese día y la alegría que se congrego en mi casa, en lo profundo de mi sabia que había algo que estaba por cambiar todo eso y no seria agradable. Solo se que mi madre me llevo a mi cama ese día, pues tanta actividad me dejo exhausto, lo que hacia pensar que caería como una roca y nada en el mundo podría cambiar eso, bueno, al menos, no de este mundo.

Y así abrí mis ojos, conciente que algo era diferente y las cosas ya no eran las mismas y que todo aquello que temía se haría manifiesto esa noche, sin embargo, esta vez seria diferente, haría frente a aquello que me atormentaba desde hace varias noches…decidí hacerle frente a lo que se ocultaba en el armario.

Me arme de valor y decidí lanzarme a lo desconocido, lentamente me acercaba a la puerta para así por fin ponerle fin a todo esto, decidido a hacer el niño normal que quería ser. Fue así como me detuve en frente de la puerta, contemplando por unos minutos si realmente quería hacer esto, si estaba realmente despierto o dormido, si era necesario llegar a este punto de hacerle frente a mis temores y dejar de lado todo aquello que mi madre llamaba “inocencia de la niñez”. No debía perder tiempo, tome el pomo de la puerta, estaba frío, tan frío que pareciese que se empezase a fluir por mi mano, surcando mi brazo y bajando por mi espalda hasta llegar a mis pies y esparcirse por el piso para cubrir completamente mi habitación de ese gélido temor que empezaba a destilar en ese momento mi cuerpo. Sentí la humedad en mis pies como si empezase a aparecer algún líquido extraño…fue cuando me di cuenta que de la ranura inferior de la puerta una luz verdosa salía del interior del armario, esto ya no estaba bien.

Mi cuerpo se empezó a sacudir mis piernas ya no querían responderme, de cualquier forma, sea como sea, no podía correr ni despegarme de la puerta en ese instante…lo único que hice fue cerrar fuertemente mis ojos y desear con todas mi fuerzas que mi madre hiciera uso de sus poderes para saber que la necesitaba en este momento…fue entonces cuando sentí que el pomo de la puerta que sujetaba, empezó a girar y no era por que yo le ejerciera algún fuerza.

En ese instante el calor volvió a mi cuerpo, como si una oleada de aire caliente me cubriera. Solté el pomo me lance a mi cama, de forma que ni me di cuenta solo se que ya estaba completamente debajo de mi cubrecama. Escuchaba como la puerta del armario se habría lentamente y algo salio de su interior, algo pesado pues sus pasos hacían un sonoro eco en la habitación un ruido seco y potente, como el que hacen las piedras al golpearse. Sea lo que sea no podría tocarme, estaba en mi refugio, no podía llegar mas lejos, aquí era inalcanzable. Luego el ruido ceso…

Pasaron varios minutos y 15 oraciones antes de que me armara de valor para mirar que había sucedido, para saber si ya todo había pasado. Así fue como me descubrir lentamente, asomándome por encima de mi cubierta para observar alrededor de mi habitación…nada…eso me tranquilizo un poco, si definitivamente mi madre tenia la razón todo era obra de mi “imaginación hiperactiva” y me había llevado el susto de mi vida…

…fue entonces cuando me percate de algo, algo que hizo tumbar la pequeña muralla de valor que había logrado formar, un mano se asomaba por la puerta desde el interior mi armario, no sabría describir que era, una cosa espeluznante e inhumana. Se sujeto del borde de ella… en ese instante pensé que sea lo que sea que estuviese detrás de esa puerta se lanzaría hacia mi y me comería…se abrió lentamente…estaba inmóvil…no me podía mover, ni hablar, nada en absoluto, las lagrimas empezaban a fluir de mis ojos ante la impotencia de poder si quiera emitir un sonido…madre…madre… ¿Dónde estas madre?...

Fue entonces cuando la puerta se detuvo y repentinamente se cerró con tal fuerza que hizo que todo en mi habitación se removiera, incluyéndome, sacándome de mi parálisis…

Instintivamente lo único que hice fue gritar y esconderme bajo mi cubrecama y empecé a gritar por mi madre para que me socorriera…fue entonces cuando lo sentí, estaba ahí, junto conmigo, en mi refugio, debajo de mi cubrecama, en la oscuridad que se formaba, el aliento pestilente y la respiración dificultada…y unos terribles ojos sanguinolentos y brillantes aparecieron frente de mi…

…solo pude destaparme y ver como la puerta de mi habitación se abría y una potente luz entraba por ella…

***

Todo fue un mal sueño decía mi madre mientras me acariciaba la cabeza tratando de calmarme. Yo no dejaba de temblar, fue terrible, espantoso e inexplicable, pero al fin, todo había acabado ya, mi madre estaba a mi lado y todo mis miedos se desvanecían y era maravilloso, nuevamente volvía mi vida a mi cuerpo. Gracias, gracias madre por estar siempre a mi lado y cuidarme…

…por protegerme…

…por…

De repente algo en mi me decía que algo no estaba bien, que algo no estaba encajando y cada fibra de mi cuerpo gritaba por que pudiera darme cuenta de la realidad de las cosas, fue entonces cuando el terror verdadero me invadió y me hizo dar cuenta de todo…ya no tenia 7 años, tenia 22, y los últimos quince años he estado internado en este manicomio para poder superar mis miedos, mi persecución, dentro de estas cuatro paredes acolchadas y blancas, sedado diariamente en mi cama para no hacerme daño a mi mismo…

…mi madre me seguía acariciando, tratando de calmarme…

…esa noche en que todo aconteció, la noche de mi séptimo cumpleaños, la noche en que trate de hacer frente a mis temores y mis sentidos se abrieron a un mundo inexplicable y sobrenatural, desconocido e inalcanzable por la mente humana. El poder escapar aquella noche de aquella monstruosidad que se albergaba en mi armario y en mi habitación, el tratar de huir y poder sobrevivir a aquella cosa…

…mi madre me abrazo y empezó a arrullarme, a cantarme esas canciones que de pequeño sabía que me tranquilizaban…

…esa noche en que pude descubrir que no era solo parte de mi “imaginación hiperactiva”, que no era victima de mis miedo ni terrores nocturnos, esa noche en que todo mi mundo como lo conocía se derrumbo y tuve que pasar los últimos quince años de mi vida encerrado, oculto, aislado y escapando de aquella cosa que me acechaba y que seguramente me buscaría para terminar lo que no pudo esa noche, a salvo en este sitio para que reconstruyeran mi mente, esa noche en que mi vida simplemente terminó y...

…¡¡¡Oh Dios!!!...¡¡¡No puede ser!!!...

...esa noche en la que mi madre...murió…

…entonces…quien esta conmigo en este momento…

Levante lentamente mi mirada...¡¡¡Me había encontrado!!!

Esos espeluznantes ojos rojos inyectados en sangre me miraban y una voz suave dio paso a un sonido profundo y gutural, llenando la habitación en un mar de mis gritos de desesperacion que lentamente era ahogados…

…tranquilo pequeño, ahora toda va a estar bien…

…todo estará bien…


***

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