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viernes, 3 de julio de 2009

EL CIRCULO INTERMEDIO (Cuento)

Abro mis ojos somnolientos y cansados. Mientras mis brazos dolientes, dan señal que la presión violenta y constante aun se mantiene, mientras las almas en rítmico movimiento, oscilan en un vaivén doloroso, siguiendo el torrente que los empuja a continuar sufriendo.


Aquellas almas, antiguas, maduras, jóvenes e inocentes, que deambulan en esta realidad, propalando alaridos desgarradores y gritos potentes, maldiciendo por el destino en el que se ven atrapados por la necesidad que los obliga a su forzoso sufrimiento.


La siniestra criatura cadavérica encargada de guiar a todas las almas torturadas, mantiene su fría postura, incrementando el nivel de dolor, aumentando la fuerza del ruido demencial y frenético que inunda el lugar, taladrando los oídos, reventando las cabezas y alterando en incremento el caos en el que se ven atrapados.

Y entre el candente y humedo lugar, las almas aúllan y deambulan, golpeándose unas a otras, entre la presión y los azotes, entre los sollozos y las lagrimas, de entre todos ellos se hace presente el grotesco, vulgar y descerebrado lacayo de la criatura que conduce a todos en esta extrema existencia. Haciéndose espacio y avanzando a empujones, emitiendo guturales sonidos y soltando gruñidos amenazadores arrebatándoles a las almas aquellos óvolos que se ven obligados a pagar si quieren llegar al más alla, a su destino final.


Fue en aquel momento, como en muchos por los que atravezamos en algun momento, que decidi hacer frente a esta bestia, recriminandole sus actos, inquiriendole por su conducta y actitud hacia los torturados. Sin embargo, nada, solo me contemplaba y seguia gruñendo estirando su garras y mostrando los dientes. Forzado me vi a cumplir con el ciclo establecido.


Los primeros signos de rebelión habian aparecido en mí, ponerme en pie y desafiar mi destino, marcar la diferencia y acabar, mejor dicho, dar inicio a un nuevo intento de cambio. Reuni todo mi valor y sali a hacerle frente, justo en el preciso momento en que lanzaba por una entrada cavernosa a una anciana alma desvalida.


Levante la voz lo más fuerte que pude para que se escuchase entre el caos del estridente ruido que atolondraba a las demás almas. La criatura cadaverica me miro, esas cuencas vacias, se dirigieron hacia a mi, como contemplandome burlonamente, luego movio la quijada como dandole ordenes a su endemoniado guardian.


Gire hacia la criatura y le hice frente, de repente un movimiento brusco sacudio el lugar haciendome avalanzarme a la bestia, forcejeando con él. Podia sentir su repulsivo edor emanar, haciendo sentir más nauseas y desorientado de lo que ya estaba.


Cuando ya veia que habia sido victima de sus poderes infernales, una luz se hizo frente a mi, en la boca rocosa por donde lanzaba a la gente. Luche con las pocas fuerzas que me quedaban, logrando liberarme de sus poderosas garras, lanzandome al vacio, mientras mi cabeza daba vueltas y vueltas y vueltas, era el final...


***


...era libre. Habia sido una aventura Dantesca, salir de aquel lugar infernal, ese circulo que no estaba escrito ni descrito en la Divina Comedia, pero digno de ser reconocido como ellos, el Circulo Intermedio entre lo mundano y lo sobrenatural, la tortuta criminal y casi asesina. Muchas vidas se han pérdido, inutilmente, inconcientemente, sin embargo, la ignoracia se vuelve más y es más atrevida, dando manotazos cuando se busca ser sometida.


Una día más que sobrevivido a un nefasto recorrido, alla los veo alejarse, aquellas almas torturadas que Dios quiera logren apaciguar su pesar en el más breve de los plazos. Por ahora, solo me queda recuperar de aquel terrible viaje en aquella temible Linea 39. Procurare en la brevedad obtener un fondo para comprarme un auto y poder combatirlos de otra manera.


***


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